Los sindicatos convocan la movilización quince días después de la explosión en Iqoxe. Piden más seguridad en las plantas y de cara a la población, y acabar con la precarización laboral
Los trabajadores de las empresas químicas de Tarragona harán huelga el próximo 19 de febrero para reclamar más seguridad en las plantas y también de cara a la ciudadanía. El anuncio de este acto de protesta llega dos semanas después de la explosión en Iqoxe, en la que murieron dos trabajadores y un vecino de Torreforta.
Los dos sindicatos mayoritarios en los polígonos industriales, UGT y CCOO, han sido los encargados de impulsar la movilización y registraron su convocatoria el pasado martes en la sede del Departament de Treball.
La huelga llama a más de 11.000 trabajadores. Empezará a las seis de la mañana y se alargará durante 24 horas. Por la tarde se llevará a cabo una manifestación, abierta a la ciudadanía, «con el objetivo de reivindicar más seguridad y de mostrar nuestro apoyo a todos los damnificados por el incidente de Iqoxe», explica Àngel Clua, secretario general de FICA-UGT. Los sindicatos piden a las compañías, y también a las administraciones, medidas urgentes para garantizar la seguridad y acabar con la precariedad laboral. También reclaman tener voz en la revisión de los protocolos y se muestran partidarios de que el territorio recupere el control de las emergencias.
Para extremar la seguridad, los sindicatos apuestan por que las empresas dejen de externalizar los servicios. «Algunos de los trabajos que hacía la compañía principal, ahora son encargados a terceros, lo que implica que la empresa no tiene el control directo. Esto afecta a la estabilidad de la misma planta y contribuye a la precariedad laboral, con contratos mal remunerados», asegura José Manuel Martín, secretario general de CCOO de Industria de Tarragona, quien añade que «a esto hay que sumarle las excesivas sobrecargas de trabajo».
Martín explica que «un operador de planta no puede controlar más de tres ó cuatro productos, tal como pasaba en Iqoxe». El sindicato asegura que los operarios de la compañía accidentada cubrían las bajas haciendo una jornada laboral de 12 horas.
Por su parte, Àngel Clua, secretario general de FICA-UGT, reclama aumentar la plantilla de inspectores de trabajo dedicado a la industria química. Además, Clua asegura que el plan de emergencias no funciona. «Más del 90% de la ciudadanía no distingue entre las sirenas que obligan a confinarse y las de evacuación», explica Clua, quien añade que «es importante que la población recupere la confianza y la credibilidad en los planes».
Para ello, los sindicatos se muestran partidarios de restablecer el Plaseqta –Pla de Seguretat Química de Tarragona–. «De esta manera se devolverá autonomía al territorio, lo que implicará una mejor gestión, y sobretodo, más cercana, en caso de accidente. Si tomamos las decisiones aquí, serán más rápidas y con mejor conocimiento. Prueba de ello es que en Barcelona ni siquiera sabían poner en el mapa el municipio de La Canonja», asegura el secretario general de FICA-UGT en Tarragona.
Por otro lado, los sindicatos quieren participar en las mesas de trabajo donde se traten estos temas. Piden a las administraciones una mejor coordinación entre ellas y potenciar la transparencia. «La población no estuvo informada durante la explosión, y esto no puede repetirse», asegura Martín, quien añade que, desde verano, los sindicatos llevan denunciando la situación.
Por su parte, la empresa Iqoxe vuelve a estar en funcionamiento, aunque de momento no produce. Los trabajadores están llevando a cabo tareas de limpieza en la zona afectada por la explosión. Los sindicatos son críticos con la actitud inicial de la compañía. «Al principio mostraron un poco de prepotencia. Tienen prisa por volver a ponerse en marcha», concluye Clua.