Las XX ediciones del convenio general han puesto de manifiesto la enorme capacidad de las personas que han integrado las comisiones negociadoras, pasadas y presentes, para interpretar la realidad y circunstancias de cada momento, sin perder de vista la perspec-tiva de futuro.
Que el convenio general ha inspirado, en el pasado, no solo a otros convenios sino también normativa legal, es de sobra conocido. Baste recordar que relevante “auditoría salarial” recogida en el Real Decreto 902/2020 solo ha requerido añadir una frase al texto del convenio para que este se adapte a la nueva realidad normativa.
Sin duda la idiosincrasia y las características del sector han ayudado a que esto sea así (grandes empresas, sectores relevantes, con un volumen de exportación que casi alcanza el 60% de la producción) Pero no debemos olvidar y debemos poner en valor la contribu-ción sindical a que el convenio general siga siendo, hoy, punta de lanza de la negociación colectiva en este país.
La trayectoria del convenio general, hasta la fecha, obliga a que en estos momentos ex-cepcionalmente difíciles, como el que atravesamos, estas sinergias deben demostrar su razón de ser, su utilidad, su capacidad para afrontar el futuro.
Todo ello, nos ha permitido cerrar un preacuerdo de convenio en el día de ayer, 7 de abril, que adjuntamos a este comunicado. Demostrando también que la agilidad en la negociación colectiva no está reñida con la efectividad y la conquista de derechos para las personas trabajadoras. En un tiempo récord, pero con el mismo número de reuniones que las realizadas en anteriores negociaciones, se ha alcanzado un preacuerdo que se deberá valorar y ratificar, si es el caso, en las diferentes asambleas y órganos de dirección de las organizaciones.
Se trata sin duda de un preacuerdo de futuro, de futuro optimista, que prevé que la economía y la industria, tras el enorme traspiés de la pandemia, se recuperará, generará empleo y continuara siendo motor de la economía del país.
En estos tres meses, hemos afrontado la discusión de las adaptaciones legales, que no han sido menores, desde el trabajo a distancia, al registro de jornada a la nueva normativa de igualdad, desconexión digital, etc.
Es congruente con la evolución de la negociación colectiva del sector establecer una cuan-tía por los gastos del teletrabajo en ausencia de acuerdo colectivo.
Hemos avanzado y consolidado derechos sindicales, tales como las garantías y derechos de los delegados de Prevención. Quien entre sus funciones, esta discutir y rebatir las polí-ticas empresariales, necesita, más allá del crédito horario, garantías y derechos. Así pues, el reconocimiento expreso que los delegados y delegadas de prevención aun no siendo miembros de la representación legal son representantes legales a todos los efectos, es de vital importancia.
Hemos adaptado y mejorado algunas licencias retribuidas.
Hemos corregido, o intentado corregir, algunas prácticas empresariales que podríamos denominar como ingeniería de turnos, para evitar el pago del plus festivo (47.7).
Hemos avanzado, un gran paso, en materia de coordinación de prevención de riesgos la-borales. La norma establece la obligación de la coordinación de comités de prevención en aquellas empresas que comparten espacio físico, hemos incluido la necesaria y obligato-ria coordinación de las empresas que comparten “site” (parque de proveedores) y hemos “saltado la valla”, incluyendo la posibilidad de establecer comités de prevención parita-rios interempresas, en los denominados clústeres químicos.
Y otras muchas cuestiones que pueden observarse en el preacuerdo adjunto, entre las que es pertinente resaltar las medidas específicas antes situaciones relacionadas con el COVID, como son: excepcionar a efectos del control de absentismo (artículo 37) e incluir en las garantías salariales (artículo 38) las IT derivabas de asilamiento o contagio del co-vid,.
En materia salarial. El gran trabajo sindical en el último convenio colectivo no puede con-vertirse de la noche a la mañana en un argumento en contra. Los incrementos del 2,5% en los años 2018, 2019 y 2020 nos han permitido un incremento salarial del 5,5% sobre el IPC. Viniendo del estos incrementos debemos poner en valor que si antes de la pandemia, en una situación de normalidad, el incremento global del convenio fue el 7,5%, hoy, en tiempos difíciles, complicados y excepcionales en los que es altamente arriesgado hacer pronósticos, el incremento global en tablas salariales será del 5%.
Más allá de las cuestiones puntuales, se trata de un convenio de futuro que pretende plasmar y transmitir optimismo en el futuro del sector, que no debemos olvidar, afronta grandes retos.