En Europa más de la mitad de los trabajadores dicen estar sometidos a estrés en su puesto de trabajo. Buena parte de los problemas de salud mental están relacionados con factores como la carga de trabajo excesiva, horarios muy largos o impredecibles, la conexión continua, monotonía, tareas sin sentido o la imposibilidad de promocionar.
Todas esas situaciones resultan dañinas, pero ninguna tanto como el acoso laboral, que llega a dejar secuelas incluso físicas. Insomnio, irritabilidad, depresión, ansiedad o falta de autoestima son algunos de los síntomas que sufren aquellos que están sometidos a la presión y la denigración laboral con el objetivo final de que abandonen su puesto.