Puig, nuevo golpe tras la pérdida de Valentino: Prada no renueva su licencia

Una de las razones por las cuales la compañía italiana de lujo no ha renovado su acuerdo con el grupo español de perfumería sería el bajo volumen de ventas conseguido, que rondaría los 100 millones de euros anuales.

Puig, nuevo golpe tras la pérdida de Valentino: Prada no renueva su licencia

Nuevo golpe al negocio de licencias de Puig en pocos meses. Prada, una de las firmas de lujo con las que la compañía española de perfumería trabaja desde 2003, ha decidido no renovar su licencia con la empresa, que finaliza a finales de este año. Se trata del segundo varapalo que sufre la cartera de Puig, después de que L’Oréal se hiciese el pasado mayo con la licencia de Valentino, hasta entonces en manos del grupo español.

 

Una de las razones que podría haber llevado a Prada a concluir su relación comercial con Puig es el bajo volumen de ingresos conseguido, según fuentes del sector consultadas por FashionNetwork. En concreto, se estima que los perfumes de la firma italiana generan ventas anuales de unos cien millones de euros, considerablemente inferiores a los 200 millones que Puig se marcó como objetivo cuanto tomó las riendas del negocio en 2003.

 

Ahora, L’Oréal o su rival estadounidense Coty son los dos grupos con mayores bazas para hacerse con la licencia de perfumería de Prada a partir de 2019. La pérdida de la licencia por parte de Puig supondrá un fuerte golpe a su facturación.

 

 

Se estima que, sumado a los cien millones de euros anuales que se pierden tras la salida de Prada, Valentino contribuía en alrededor de setenta millones de euros a las ventas de Puig. Lo ocurrido aleja al grupo español de la meta que se marcó la pasada primavera: alcanzar los 3.000 millones de euros en ventas en 2025.

 

El pasado junio, la empresa agrandó su negocio en moda y tomó el control de Dries Van Noten, fundada por el diseñador homónimo. La compañía se sumó al resto de firmas que forman parte de la cartera de Puig, entre las que figuran Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Nina Ricci y Paco Rabanne.

 

Puig cerró 2017 con una facturación de 1.935 millones de euros, un 8,1% más que el año anterior, aunque por debajo del objetivo fijado para ese año, que era alcanzar los 2.000 millones. El grupo disparó su beneficio neto un 47% en el mismo periodo, hasta 228 millones de euros.