La compañía pretende llevar su negocio de belleza “al siguiente nivel” y abarcar nuevos territorios como China, Latinoamérica y varios países en Europa, incluida España.
Puig engorda su cartera de licencias. La compañía catalana, dueño de Nina Ricci y Paco Rabanne y propietario de las licencias de perfumería de Prada o Valentino, entre otras, ha firmado un acuerdo con el grupo de calzado Christian Louboutin para gestionar su línea de cosmética.
La empresa, que desembarcará próximamente en España con una apertura en Paseo de Gracia, quiere llevar su división de belleza “al siguiente nivel”, según WWD. Entre los proyectos a medio plazo del grupo se encuentran conquistar nuevos territorios como China, Latinoamérica y varios países en Europa en los que todavía no está presente, entre ellos España.
La línea de cosmética de Christian Louboutin incluye artículos para las uñas, los labios y los ojos, además de perfumes. La división se lanzó en 2013 mediante una joint venture con el grupo neoyorkino Batallure Beauty.
Christian Louboutin lanzó su línea de cosmética en 2013 con una ‘joint venture’
Puig continúa así engordando su cartera, que en los últimos años se ha agrandado principalmente a través de adquisiciones. En 2015, el grupo se hizo con las marcas de perfumería de nicho Penhaligon’s y L’Artisan Parfumeur. A principios de 2016, el grupo adquirió los perfumes de Jean Paul Gaultier y, apenas unos meses más tarde, entró en el capital del grupo brasileño Granado.
En paralelo, Puig también ha desinvertido de sus negocios no estratégicos con la venta, por ejemplo, de la marca Vittesse al grupo italiano Sodalis, una operación que se cerrará a finales del próximo marzo.
La compañía catalana cerró 2016 con un crecimiento del 9%, hasta 1.790 millones de euros. El beneficio neto atribuido del grupo se incrementó un 23%, hasta 155 millones de euros. El objetivo de la empresa pasa por alcanzar los 2.000 millones de euros de facturación a medio plazo.