Coty llena su cesta con una nueva joya. Tras hacerse con las licencias de Gucci, Lacoste oHugo Boss, antes en manos de Procter&Gamble, la compañía acaba de cerrar ahora un acuerdo con la estadounidense Tiffany para desarrollar, producir y distribuir sus fragancias.
La operación, que incluye las fragancias de mujer y hombre de la firma neoyorkina de joyería, es un paso más en la estrategia de Coty para mantener su liderazgo en el sector de la perfumería mundial. Ninguna de las dos empresas ha determinado cuándo se iniciará el desarrollo conjunto de las fragancias, según WWD.
Con anterioridad, los perfumes de Tiffany habían estado en manos de Chanel, que desarrolló media decena de fragancia de la firma desde finales de los años ochenta hasta principios de los noventa del pasado siglo. Entonces, los artículos se distribuyeron en tiendas especializadas y grandes almacenes como Macy’s. Finalmente, Chanel cerró esta división en 2006.
Por su parte, Coty desembolsó 12.500 millones de dólares por el negocio de la cosmética de Procter&Gamble, que incluye una cuarentena de marcas y varias licencias de perfumes. La operación convirtió a la multinacional estadounidense en la empresa número uno del mundo en venta de fragancias, con una cifra de negocio que ronda los 7.000 millones de dólares, frente los 3.900 millones de L’Oréal.