Claro ejemplo, de como los servicios públicos no se pueden dejar en manos privadas, con el único fin de enriquecerse a costa de suprimir puestos de trabajo, empeorar las condiciones de los trabajadores, y dar un mal servicio al ciudadano.
Claro ejemplo, de como los servicios públicos no se pueden dejar en manos privadas, con el único fin de enriquecerse a costa de suprimir puestos de trabajo, empeorar las condiciones de los trabajadores, y dar un mal servicio al ciudadano.