
El PLAN SINKEVICIUS, quiere eliminar la pesca de arrastre en todas las Zonas Marinas Protegidas para el año 2030.
El 21 de febrero de 2021, la Comisión Europea aprobó un Plan de Acción denominado PLAN SINKEVICIUS, para la protección de los ecosistemas marinos, cuyo objetivo entre otros, es eliminar la pesca de arrastre en todas las Zonas Marinas Protegidas para el año 2030.
La pesca de arrastre representa una labor importante de la pesca en el Mediterráneo.
Este objetivo, lejos de ayudar al fin principal del Plan de Acción planteado, repercutirá en una mayor generación de CO2, puesto que los pescadores deberán alejarse mucho más de las áreas protegidas, quemando más combustible y aumentando la emisión de CO2. Tal gasto irá a repercutir directamente al bolsillo del consumidor con un aumento de precios a los ya inflados por la situación actual.
Al contrario de lo que se quiere hacer ver desde la Comisión Europea, la pesca de arrastre en el Mediterráneo español es un arte que se efectúa a pequeña escala en toda su metodología, tanto es así, que los barcos de pesca salen a faenar y vuelven a puerto en el mismo día, tanto si han hecho captura como si no, con horarios establecidos cumpliendo así con las condiciones laborales de los trabajadores. De esta forma, se incentiva el consumo de producto local fresco y de temporada.
El Plan Sinkevicius no valora el impacto medioambiental de la pesca de arrastre en las diferentes zonas, cortando con el mismo rasero toda actividad de arrastre sin evaluar en qué mares es necesario una actuación medioambiental más agresiva o menos lesiva. En lugar de introducir una prohibición (con sus críticas consecuencias sociales y económicas) se deberían hacer esfuerzos para introducir innovaciones en la pesca de arrastre que reduzcan el contacto con el fondo marino, que sean más selectivas y que disminuyan el consumo de combustible.
El Plan Sinkevicius acabará con la pesca artesanal, las condiciones laborales de los ya maltrechos pescadores, invitando a las nuevas generaciones a abandonar el oficio en favor de multinacionales que dirigirán el consumo de pescado a su libre albedrío.